miércoles, 1 de septiembre de 2010

Edgar Willems, le rythme musical, étude psychologique 1954.
Traducido por Violeta Hemsy de Gainza
Editorial universitaria de buenos aires 1964


El ritmo

El ritmo es parte integrante de la vida; es a la vez espiritual y material, a la vez vital y formal. Este ritmo esta influido o engendrado por formas o formulas existentes, pero puede también provenir en línea directa de la vida, la vida física, afectiva, mental o espiritual. Sus medios técnicos de expresión resultan de la vida física, que es para el hombre lo que el ritmo es para la música.
Se puede muy bien ejecutar ritmos sin saber a punto fijo lo que son, con la condición, sin embargo, de saber por instinto de donde extraer la vida que debe animar las formas rítmicas.

Para ejecutar un ritmo pequeño o grande, no basta pues realizarla formula: es preciso que un impulso vital, procede de a dentro hacia afuera, restituya, a través de la formula, la vida de la que ella es a pena un signo intelectual (…)

La rítmica

La creación artística implica la elaboración de formas pequeñas y grandes . Nacidas de la vida, estas se mantienen en vida potencial y esperan que se les dé una realización espiritual. Mediante ellas, podemos tener acceso a la potencia creadora del ritmo del cual nacieron. Ellas no ponen en contacto con el pensamiento, con el genio de los maestros y nos ayudan a descubrir las fuentes que han vivificado sus creaciones.
Si, a pesar de esto, insistimos sobre lo que diferencia la rítmica del ritmo, es porque debemos desconfiar de las facilidades que la rítmica nos ofrece y del peligro que existe de caer en un formalismo intransigente y a veces estrecho que en la practica, impulsa a un predominio de la forma escrita y visual sobre la vida sonora, lo cual es muy lamentable desde el punto de vida artístico.
El verdadero artista escapa a la tiranía de las formas consagradas. Si es compositor, crea formas nuevas o confiere a las formas existentes una vida renovada. Si es interprete, busca a través de la formula dada, la vida de la obra y también la suya propia, porque debe recrear de acuerdo con su temperamento. Descubrirá en una misma formula potencialidades diversas ; la menor formula rítmica puede , en efecto, corresponder a diferentes interpretaciones según el carácter del fragmento ; sus valores respectivos dependen de ligeras o instintivas variaciones en las duraciones, los acentos y los matices plásticos.

Recordaremos el caso particular de la gimnasia rítmica llamada rítmica Jaques-Dalcroze (…) Es un método basado en la música y el movimiento corporal, destinado a desarrollar el sentido del ritmo plástico y musical. Aplicada con inteligencia y habilidad, resulta eminentemente propicia para el desarrollo de la imaginación motora, clave del ritmo musical.
En su mejor sentido, la gimnasia rítmica de E Jaques Dalcroze es una verdadera educación del ritmo viviente y, a la inversa de lo que ocurre en otros casos donde se llama ritmo a lo que no es mas que rítmica, se llama aquí rítmica a lo que en realidad es ritmo practico (con excepción de los abusos que se han cometido y de las desviaciones del principio inicial).
Algunos conceptos del método que son y se mantienen siempre valederos: el beneficio del movimiento corporal para el desarrollo del instinto rítmico, la búsqueda del movimiento

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